--LA ARMONIA DE LOS CONTRASTES--

-----Esta fotografía no fué tomada por algún " rover " norteamericano en Valles Marineris, allá en Marte, ni en la Luna; esta foto fué hecha en la base del Teide el pasado mes de enero. Desolación y un frío polar reinaban en este imperio árido de piedras y sulfuros, donde la sobrevivencia propia del volcán es la muerte de la vida que intente nacer allí. Y pienso que a veces el alma humana se parece a estos parajes, a veces son solo piedras, cenizas, hielo y muerte donde la esperanza es lo último que abandona el corazón humano.
-----Tenerife me recordó en mucho el camino nuestro en la Tierra donde subimos y bajamos a los extremos, desde la orilla cálida y segura hasta cimas hostiles y peligrosas, siempre por senderos intrincados y sinuosos donde el peligro y la sorpresa acecha en cada recodo, pero que por mucho cuidado con que recorramos estos caminos, siempre llegamos sin dudas a estos extremos y como en el camino del Teide, a voluntad podemos ir desde lo sencillo y seguro hasta lo arriesgado y temerario por decisión propia, en la vida podemos subir y bajar hasta los extremos siguiendo los pasos del libre albedrío.
-----También, como lluvia había camino a la cima del Volcán, mi alma se estremeció en esta isla bella, ligada con gotas de lluvia, alguna lágrima surcó mi rostro en medio de la tormenta, mi vida se debatía de arriba a abajo en esta isla perdida a miles de millas de mi hogar, recuerdo haberle dicho a una persona querida que en mi tierra tenía el alma tan vacía como la foto de cabecera y al mismo tiempo me era imposible permanecer en la orilla cálida de Santa Cruz y debía emprender nuevamente mi ascenso a esa tierra árida y hacer que reverdezca, me llevé de semilla el recuerdo de almas sutiles y honestas, traté de dejar lo mejor que pude y creo que nada será en vano para ambas orillas del Atlántico, un pedazo de mi alma quedó en este paraiso donde con serena calma reinan la vida y la muerte en perfecta armonía.